Montes Obarenes

Montes ObarenesEl ámbito del espacio natural Montes Obarenes está constituido por un territorio de más de 43.000 ha. Está conformado por la Sierra de Arcena y por un sistema de cadenas montañosas con continuidad topográfica orientadas en dirección oeste-este, con una altitud media de 1000 metros, que se conocen genéricamente como Montes Obarenes. Este sistema incluye la Sierra de la Llana, Sierra de Oña, Sierra de Cubilla, Sierra de Besantes y Sierra de Pancorvo. Las laderas de la sierra de Arcena descienden sobre el Valle de Tobalina por el que discurre majestuoso el río Ebro, hasta encajarse en el espectacular desfiladero de Sobrón, constituyendo río y sierra el límite norte del espacio.
 
 
 
Al oeste del espacio, en la prolongación de la Sierra de la Tesla con la Sierra de la Llana, el río Oca, en su confluencia con el río Ebro, forma el espectacular cañón de la Horadada, una de las principales vías naturales de comunicación del norte de Burgos y que, a lo largo de la historia, ha jugado un importante papel en el flujo de la población. Al sur de la gran pared que constituye esta cadena montañosa se abre el valle de la Bureba, en el que se asientan los cultivos cerealistas más productivos de la provincia de Burgos y que constituye el límite natural del Espacio.

Hayas  y pinos


 

 
El territorio que ocupa el Espacio Natural de los Obarenes ofrece una gran belleza y variedad paisajística. Uno de sus principales atractivos lo constituyen los numerosos cañones y cortados modelados por los ríos. Es el caso del generado por el Oca y el río Ebro en la Horadada o el Oroncillo en Pancorvo. Es posible también disfrutar de amplias panorámicas como la incomparable vista de la Bureba desde el Portillo de Busto, en el corazón del espacio, de grandes masas de agua como el embalse del Ebro, en Sobrón, una importante zona húmeda catalogada, de bosques magníficos como el robledal conocido como la Dehesa de Piedrasluengas o el Hayedo de Rivacote y de barrancos y crestas donde se asientan importantes comunidades rupícolas, tanto vegetales como animales.

 
 
Castaño centenario

La situación del Espacio Natural, a caballo entre dos regiones biogeográficas, la atlántica y la mediterránea, confiere a este territorio un carácter de transición que se traduce en una importantísima riqueza florística y faunística. De hecho, el espacio natural se encuentra en una franja térmica intermedia entre los valores atlánticos-suaves y las oscilaciones térmicas de continentalidad que caracterizan a las regiones del interior castellano. La orografía marca un régimen térmico de montaña suavizada, caracterizado por una continentalidad atenuada en la que ni los inviernos ni los veranos son extremos si bien, conforme se asciende en altitud, el rigor invernal de las temperaturas se acentúa. En cuanto a las precipitaciones, destaca una abundancia general con rangos de precipitación media entre 600 y 900 mm en zonas de valle y de montaña respectivamente.
 
La distribución de las lluvias tiende a ser regular salvo el déficit estival de los meses de julio y agosto en las zonas bajas, lo que confiere al espacio un carácter mediterráneo.
 
La delimitación del Espacio natural incluye total o parcialmente territorios pertenecientes a 21 municipios, con un total de 59 núcleos de población en un territorio escasamente poblado, con densidades inferiores a la media provincial, en el que los algo más de sus 4000 habitantes se concentran principalmente en los núcleos de Oña, Busto de Bureba, Pancorvo y Frías, soportando muchos de los núcleos restantes una población de menos de 50 habitantes. Invertir la actual tendencia demográfica es el gran desafío al que se enfrenta en la actualidad el medio rural de nuestra Comunidad y al que los espacios naturales pueden contribuir con modelos de desarrollo viables compatibles con la conservación.