La Administraciones, poco sensibles y menos comprometidas con el medio rural, mantienen una política de inversiones inversamente proporcional a lo que manifiestan en su discurso electoralista, en el que las promesas, los planes de desarrollo y la lucha contra la despoblación son las estrellas de su pomposo programa. Esta forma de entender el desarrollo rural ha propiciado las protestas de los que se ven ninguneados por los más poderosos y que se hayan organizado en la Asociación de Pueblos Olvidados.

Pueblos Olvidados

Además han trasladado su protesta al Procurador del Común, admitiéndola a trámite. Recientemente la revista Interviú publicó un artículo que hace referencia a toda esta problemática.