Después de laboriosos trabajos y de sortear alguna que otra dificultad, los bustanos pueden volver a pasear por el Río La Revilla. Las actuaciones acometidas han resultado ciertamente agresivas, con la tala de chopos papeleros y el trasmoche de los restantes. Con ello se ha perseguido mejorar el crecimiento de los fresnos que espontáneamente crecen por la zona y que, poco a poco éstos y el resto de plantas autóctonas, vayan sustituyendo a los chopos que se plantaron para su explotación.

En estas dos fotos se puede observar como se encontraba la zona y como ha quedado después de los trabajos. Así lo cuentan en el Correo de Burgos